NOTICIA: ¿Debo retirar el amianto presente en mi vivienda?.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre el amianto, la problemática que supone para la salud y como deshacerse de él.
Según datos del Censo de Población y Viviendas del Instituto Nacional de Estadística, más de la mitad de edificios residenciales es anterior a 1980, cerca de 5,5 millones de edificios residenciales y unos 9,7 millones de viviendas principales. Por ello no resulta extraña la presencia de amianto en estas edificaciones, sobre todo en cobertizos, depósitos de agua y canalizaciones. Su uso se extiende desde los años 50 hasta el 2002, cuando se prohibió su uso, por resultar nocivo para la salud.
¿Por qué se popularizó tan rápido su uso?
El uso del amianto se generalizó debido a su bajo coste y sus excelentes propiedades: tiene una gran resistencia mecánica y al fuego, es muy buen aislante térmico y acústico, no conduce la electricidad y muy resistente a los agentes químicos. Con estas especificaciones nos encontramos ante un material que parecía que las tenía todas con él para ser el aislante por excedencia; y así fue hasta que se descubrió que sus fibras, al ser respiradas, provocaban efectos nocivos dando lugar a cáncer o fibrosis pulmonar, entre otros.
El fibrocemento con amianto, conocido con el nombre comercial en España de Uralita, se utilizaba para recubrir y crear tuberías, crear depósitos de agua, techos y tejados, canalizaciones pluviales, etc.
¿Qué pasa con las viviendas que tienen elementos con este material?
En condiciones óptimas, la vida útil de este material es de 50 años y no hay peligro si está intacto. El problema viene cuando hay que manipularlo y está deteriorado, si se rompe o desgasta se liberan las fibras en el ambiente y pueden ser aspiradas por las personas o adherirse en la ropa y ampliar la expansión de éstas. Por ello, una vez transcurrida su vida útil se debe sustituir.
La retirada del fibrocemento se debe hacer por trabajadores especializados ya que debe hacerse de manera minuciosa, y su embargadora dependerá de las condiciones de conservación del material. Por supuesto, la retirada del amianto requiere de un permiso para poder ejecutarla.
FUENTE: https://tuedificioenforma.es/publicacion-teef?1389